viernes, 16 de octubre de 2009

16 días abstraído de la realidad



Jamás pensé que iba a depender tanto de algo. Odio a la dependencia. Sin embargo, debo aceptarlo, también en algún punto la hago parte de mi vida.
Hasta el miércoles estuve sin estar, viviendo sin mirar. Por un momento, la idea parece piola, pero después de los primeros tres días ya no quéres saber más nada.
Desde hace poco más de una año, me recetaron lentes. Y acepté usarlos (luego de un proceso interno, algo conflictivo). Desde hace unos dos meses cuando un oftalmólogo me atendió malhumorado, porque las secretarias de la “Clínica del Ojo” se equivocaron con los turnos y le caí el día en que estaba de guardia, me aumentaron la graduación de los cristales. Definitivamente veo cada vez menos.
Un lunes me fui hasta la óptica a dejar mis anteojos, con la esperanza de volver siete días después y tener mis objetos de observación de la realidad listos para ser usados. Pero… al martes siguiente fui y no estaban, como ya me lo venía imaginando. Me dijo el muchacho de la óptica: “Quédate tranquilo, yo te llamo cuando estén”.
¿El Llamado? Nunca llegó. Tomé la iniciativa una y otra vez, todos lo días (durante 16 días, exceptuando los domingos que no trabaja) para determinar el paradero del 50% de mis ojos.
“Están en Buenos Aires, van a llegar. Quedate tranquilo debe a ver una demora. Bueno, ya no es mi responsabilidad, depende de la obra social”.
OSPECON y su ineficiencia me vienen colmando la paciencia desde hace un tiempo. A cada santo le deben una vela, y atienden mal a los receptores del servicio, si a ésto que dan se les puede llamar servicio.
Estuve 16 días: con dolor de cabeza y cansancio en la vista; sin poder manejar de noche (aunque a veces me mandaba igual); sin ver gestos, sin distinguir rostros; casi sin poder leer: lejos de cualquier pantalla y con una bronca impresionante.
¿Y todo por qué? Porque un par de burócratas impresentables no realiza el trabajo por el que se les paga (tanto mi familia, como el resto de los afiliados). Porque son incapaces de prestar un servicio, pero sin embargo quieren llevarlo a cabo. Como si la salud de la gente fuera tema menor, y se excusan con un: “y bueno señor no depende de mí” ¿Y si no depende de ustedes de quién carajo depende entonces? ¡Ni una bendita respuesta se les cae!

Pasé 16 días estando sin estar, pero volvi… espero un libre y sano pasar, todavía no hice nada tan moralmente “malo” como para recibir tal carga. Al menos, eso creo.

2 comentarios:

Lucho dijo...

Ro:
Quise publicar tu comentario y se me fue por la web, no se donde pasó a quedar.
Es verdad lo de los lentes provisorios pero la óptica a la cuál asisto no presta tal servicio, y mirá que le dije, son lo únicos lentes que tengo.

Rocio.B dijo...

jaja no importa! que el comentario sea feliz por la web!!!