sábado, 28 de noviembre de 2009

Bicho de mierda!!

No soy de los que diariamente se despiertan con una sonrisa. Me ubico mejor en el sector de los que prefieren que no les hablen durante los primeros 30 minutos en los que tratan de conectarse con el mundo.
Me he levantado con humor de perros, asustado, preocupado, con ansias pero nunca me desperté producto de tremendo dolor.
Esta mañana una dulce abejita, por lo que se ve andaba de paseo por mi habitación. Claro, el tipo duerme en la planta alta de la casa, y en los días de altas temperaturas se encierra el calorcito. Entonces, después de la tormenta de ayer, abrí las ventanas de par en par para que la fresca inunde el sector de la casa que me pertenece.
Siempre algún insecto en carácter de agente externo me invade, ya que mi ventana carece de mosquitero. Esta vez fue una abeja.
La cuestión es que anoche cuando me dormí, ni cuenta me dí que tenía visitas. Esta mañana, un fuerte pinchazo sentí en el dedo índice de la mano derecha. Tal era el dolor que me desperté de golpe. Me lo miro tenía algo así como una astilla, por momento me parecía que era parte de un sueño. La primera reacción fue sacármela, lo conseguí. Mientras me despertaba, comencé a escuchar el zumbido característico del insecto, junto al vidrio de la ventana, como queriendo escapar, y ahí me dije el bicho de mierda este me enterró el espolón.
Las puteadas comenzaron a aflorar, y el dolor cada vez más fuerte, el dedo se me hinchaba e iba subiendo la temperatura.
Desperté a mi hermana, me grita: - ¿Qué te pasa?
- Una abeja de mierda me picó el dedo.
- Una abeja?¿
- Sí, una abeja.
- Y… ¿Dónde está?
- Acá, en la ventana.
- A ver…
Se viene a mi habitación y con la zapatilla la mató a la hija de mil.
Son la tres de la tarde, tengo el dedo en compota, igual logré recuperar los ánimos. Aunque ésta hija de puta me hizo re calentar, y me las va a pagar…

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Un poco (bastante) de satisfacción

Pocas veces uno se siente en su apogeo, en su esplendor.

Las cosas vienen bien, todas las piezas encuentran su lugar justo en el tablero. Hay panorama de bonanza. La perspectiva es clara, parece que vendrán días que valdrán la pena.

Lo nuevo siempre supo generarme ganas, ansias, me despierta la capacidad de especular e imaginar.

Simplemente: Hay fuego en mi mirada…y un poco de satisfacción.

Después de todo, de vez en cuando no viene nada mal!

Igual quiero vacacioneeees….!

lunes, 9 de noviembre de 2009

Terminantemente prohibido

En general, y acá excluyo a los despelotados que no les importa nada, cuando uno cumple años suele ordenar la casa un poco más, ya que viene gente.

Algunos se exceden un poquito y empastan el piso con cera, con el objetivo de dejarlo brilloso. Por eso después que te vas de la casa, en la que se hizo la fiesta, es probable que encuentren tu paradero debido a que la cera es tanta que dejas tus pasos marcados toda la noche.

Sumemos a esta situación el siguiente agravante: Tenés muchos invitados entonces colocas sillas plásticas para que todos estén un poco más cómodos.

Agreguémosle a la escena un par de invitados robustos y medio culo inquietos como para estar sentados varias horas en una misma posición.

Resultado: 3 invitados tocan el piso de manera inesperada y exabrupta, y te quedas con 3 sillas menos.

Conclusión: Es recomendable al punto de la prohibición poner sillas plásticas en cualquier tipo de evento social si enceras el piso

El sábado tuve un cumple y así quedó una de las tres sillas que se rompieron:


lunes, 2 de noviembre de 2009

No seas arrogante

La tarde-noche del sábado se había ido entre mates y música. Llegó el momento de la cena y Leo sutilmente tiene intenciones de retirarse de casa. Comienza a ponerse las camperas (porque anda siempre por lo menos con tres, ya que su medio de transporte es la moto y dice que así no chupa frío), agarra el casco, las llaves y comienza el intercambio de ideas:

Lucho: - Negro, quedate a cenar.
Leo: - No boludo, (comienza con las excusas) me voy a comer a casa, enserio a ver si me tiro un rato y después nos vemos más tarde.
Lucho: - Pero… no seas pavo, quedate enserio, sabes que no hay drama.
Leo pone cara de circunstancia.
Sil (salta desde la cocina): – Quedate a comer… ¿quién te va decir algo?
Leo: - No, posta, está bien, me voy a casa…
Se suma a la petición Dani: - ¡Pero quedateeeeee!
Agus viene desde el fondo del comedor, se arrodilla en una silla cerca de Leo, le da una palmada en el pecho diciéndole: - Chocho (así se apoda) ¡No seas arrogante y quedate a comer!
Jajajajajajajajajajaja! Toda la casa riéndose. Ya no le quedó otra que quedarse.

El comentario en la mesa fue: La piba ésta tiene más vocabulario que nosotros...