jueves, 17 de diciembre de 2009

Mañana...¿el gran día?

Mañana, dicen, será un gran día. Mañana voy a cerrar una etapa. A partir de mañana seré Periodista. Claro, si todo sale como lo planeado.

Estas circunstancias suelen poner ansiosa a la gente, inquietarla por demás. En estos períodos suelen aflorar los nervios, mil pensamientos quieren pasar a grandes velocidades por la mente. La satisfacción, la dicha, quieren ganar protagonismo en la inmensa escenografía de estos días.

En fin, todo lo que uno siente cuando cierra un ciclo. Todo lo que hoy no siento…

Más allá de que pocas cosas me conmueven demasiado, hoy (el día anterior) estoy tratando de reagrupar mis conocimientos para rendir el último final de la carrera. Historia Social Argentina se llama la materia, mucho no me cuesta, me gusta, sin embargo no tengo ganas de concentrarme, de estudiar.

A fuera hace demasiado calor (33º 2´ dice LNP en su página web) el viento clásico de nuestra ciudad, del noroeste, produce ráfagas muy pronunciadas, y tiende a llevarse algo más que tierra en esta tarde.

Desde el pequeño haz de luz que quedó en la ventana del living, a la hora de la siesta, miré hacía la vereda. Dejé de estudiar, me había aburrido. El calor hizo que me tirara en el piso, con la intención de refrescarme un poco, con la idea de tirarme un rato. Miré el techo, y me dige: y… ¿después qué?, la nada misma, la incertidumbre aparecieron. Me dormí…

A la media hora me desperté. Me senté en el sillón, me predispuse a seguir estudiando y a no pensar en el después.

Por lo pronto, me consuela saber que ánimos de seguir estudiando tengo. Me espera la UNS en el 2010, allí haré Licenciatura y Profesorado en Historia, en el medio me pondré un kiosco, para zafarla.

Igual, no me arrepiento de haber apostado a lo que aún siento que es mi vocación.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Pasaporte a diciembre, se busca

Estamos en diciembre, que raro, todo me resulta tan raro. Más allá de que mi psiquis esté situada en el mes de septiembre, por eso hoy no siento los síntomas del último mes del año, tampoco el clima me acompaña. ¿Dónde está el calor? Ojo! No soy un fanático, solo que para esta época del año la temperatura solía estar más elevada.
Sí, ya se, ahora saltan los ambientalistas justificando este estado raro con otras problemáticas: el cambio climático producto del calentamiento global, la contaminación, la sequía que sufre este sector del globo, en fin.
Sin embargo, hay dos cosas que me ubican en tiempo y espacio. Las dos ocurren en la primera mitad del día:
La primera sucede ni bien me levanto. Llego a la cocina y al pasar veo la última adquisición de mi familia: el arbolito de navidad. Más que arbolito diría arbolón, es más alto que yo, de color blanco y con todos los brillos, decorado con bolas azules y moños plateados. Sin duda, su figura es imponente en mi living, demasiado lujo. Así que cada mañana, interiormente mi cabeza procesa el objeto y realiza una relación con fin de año.
La segunda cosa, y esta me hincha las bolas, ocurre cuando me siento a almorzar, con el noticiero local de fondo, y no escucho más noticias que las despedidas de fin de año de las diversas instituciones locales. No hay nada que me hinche más que ver a los noticieros transformarse en un panfleto del gobierno municipal, exponiendo cada una de las despedidas que desde allí se organizan para los distintos sectores de ciudadanos con los que trabajan. Así aparece la división de adultos mayores con sus porras y “bailes”, la división juvenil y los deportes, los discapacitados, y todas las actividades sociales que realizan.
En torno a esto, armamos una discusión en el comedor. La cuestión era determinar que tan buenas eran las despedidas, si valían la pena o servían para algo. Como en otros temas, también en este, cada uno tiene su mirada, su perspectiva, asíque quedó a libre criterio de cada uno.
Mientras tanto, sigo buscando un viaje a diciembre.

martes, 8 de diciembre de 2009

Cantimpalooooo!

Hacía tiempo no sondeaba los ámbitos culturales de la ciudad. Este sábado tenía bastante tiempo libre y me propuse ir a inspirar aires artísticos.

El evento se desarrolló en el Centro de Ingeniería Allí hubo una exposición de fin de año de dos talleres: uno artístico-plástico (El rulo del arte) y otro literario (Alma negra).

Entre pinturas, esculturas, dibujos, poesías y cuentos leídos frente a una cantidad de público importante, llegó el momento en que se sacudió el clima bohemio-pasivo de la noche, llegó: “Cantimpalo”.

Así se llama una banda nueva de la ciudad. Está integrada, en su mayoría, por estudiantes del Conservatorio de Música, y hacen cumbia colombiana con una sólida base instrumental.

El sábado fue su tercera presentación. Fueron también invitados a tocar a Punta Alta en los próximos días, y después de las fiestas a Sierra de la Ventana.

Ahí les dejo un video casero, de lo que hacen, para que los vayan conociendo (en este caso hacen una versión del tema "Bolipop" de Gilda):